La tarta que os enseño hoy es diferente a las que he publicado hasta ahora por varias razones, la más evidente es que no es para nada una tarta infantil, algo de lo que ya tenía muchas ganas.
Yo comprendo que estamos acostumbrados a ver este tipo de tartas para los niños, pero no me digáis que esta no es perfecta para una merienda con amigas, o para celebrar el cumpleaños de un adulto.
La decoración es pretendidamente sencilla, porque me parece que en estos casos menos es más y me apetecía acentuar el color y el toque de dorado en la inicial.
Otro de los cambios es una mayor limpieza , o perfección en la superficie y los bordes de la tarta, algo que llevo tiempo intentando y que poco a poco voy consiguiendo, aunque en esta tarta es ya bastante evidente....todavía tengo mucho que mejorar, pero me voy acercando a lo que yo considero bueno.
Por último contaros que la tarta era una bizcocho con un toque de naranja delicioso relleno de ganache de chocolate negro...buenísima y muy jugosa.
Espero que os animéis a probarla, seguro que sin mucho esfuerzo se os ocurre alguna excusa para poner algo así...o mejor, porque prometo seguir esforzándome en hacer cosas mejores cada vez!